La noche de San Juan es una de las noches más especiales del año, está llena de magia y romanticismo. Dicen, que cualquier cosa que pidas puede hacerse realidad, solo tienes que hacerlo de la forma adecuada porque hay un ritual específico para cada deseo.
Hay muchas teorías y leyendas sobre el origen de esta fiesta, a nosotros nos encanta la que dice que el sol estaba enamorado de la tierra y que cada año en el solsticio de verano (en torno al 21 de junio) se negaba a abandonarla y se quedaba luciendo durante más horas que nunca. Para darle fuerzas los habitantes de la tierra encendían hogueras durante toda la noche.
Lo cierto es que comenzó siendo una fiesta pagana que celebraba el solsticio de verano y, más tarde, con la llegada del cristianismo se convirtió en una fiesta religiosa, como ocurrió con otras varias fiestas paganas, pasando a conmemorarse el bautismo de San Juan.
Tradiciones de San Juan
Sea como sea, las tradiciones en este día giran en torno a la fertilidad, la buena suerte y el amor; los Celtas, por ejemplo, encendían hogueras para atraer la bendición de sus tierras y asegurarse las buenas cosechas y pedían un futuro próspero para las parejas y fertilidad para las mujeres.
Las hogueras están en el centro de muchas de las celebraciones de San Juan como símbolo de purificación y renovación (quemar lo viejo y malo para dar paso a lo bueno). En muchos lugares hay que saltar la hoguera un número determinado de veces y arrojar al fuego todo lo que nos ha ido mal el año anterior. También se suelen escribir los deseos en un papel y arrojarlos a la hoguera.
El agua está también presente en los rituales de San Juan, como saltar las olas, bañarse de espaldas, lavarse la cara para conservar la belleza o bañarse en el rocío del campo, para atraer la felicidad, la salud y la fertilidad; eso sí, luego no te puedes mirar al espejo hasta el día siguiente.
Otra de las costumbres es recoger hierbas medicinales durante esa noche y colgarlas en las ventanas para atraer la bendición de San Juan.
Ritos relacionados con el amor
Cuentan que si cuando se salta la hoguera se arroja una trenza de flores a la persona amada y ésta la recoge habrá felicidad y buena fortuna en su relación.
Si tienes varios pretendientes y no sabes cual elegir, escribe sus nombres en un papelito y ponlos en una palangana de agua debajo de tu cama, el que esté desdoblado la mañana siguiente será el elegido.
Algo más arriesgado es el que asegura que si te asomas a la ventana al amanecer del día de San Juan, el primero que pase debajo será tu pareja; ¡tendrás que elegir muy bien la ventana a la que te asomas!
Este es un poco más laborioso, pero puede merecer la pena: enciende dos velas rojas en tu dormitorio, escribe en un papel tu nombre y el de la persona a la que deseas atraer (si no tienes «echado el ojo» a nadie, simplemente escribe “alma gemela”. Después pon a cocer hasta llegar a ebullición: tres partes de milenrama, tres partes de lavanda, tres partes de verbena, 12 pétalos de rosa roja y una parte de jengibre. Una vez hecho esto, cuela la infusión y déjala enfriar. Después rocía con ella tu dormitorio. Dobla el papel con el resto de la cera y guárdalo bajo la almohada y tendrás un sueño profético sobre tu futuro sentimental.
El rito del huevo, para las mujeres que desean casarse consiste en romper un huevo y verter la albúmina en un vaso de agua, dejándolo en la ventana la noche de San Juan. Por la mañana, la forma del huevo revelará información sobre el futuro esposo.
Lo que es seguro es que la noche de San Juan la magia está en el ambiente: las hadas, los duendecillos, el sol, la luna y las estrellas se confabulan para derrochar sus poderes. Si das un paseo por el campo puedes oír como hablan, ríen y bailan, incluso si tienes suerte, puedes verlos, ¡nosotros los hemos visto! Y, seguimos los rituales, por eso somos tan felices en nuestro rincón romántico.
Reserva tu casita y ven a disfrutar tú también de la magia de San Juan en este rincón mágico.