Monasterio, nuestro pueblo, es un lugar de cuento, por lo menos a nosotros nos lo parece y así es como lo sentimos la primera vez que lo vimos. Desde luego tiene magia, porque logró atraparnos desde el primer momento, podemos decir que fue “amor a primera vista” ¡un auténtico flechazo!
¿Cuál es la historia de Monasterio?
Aparte de nuestra historia particular de amor por el pueblo, Monasterio tiene su propia historia que se remonta al siglo XII cuando se fundó, en la época de la repoblación posterior a la Reconquista. A pesar de su nombre, no hay ningún monasterio en el pueblo ni hay constancia de que lo haya habido nunca.
Perteneció a lo que se llamó el Común de las Tierras de Atienza hasta el siglo XVI cuando pasó al Marquesado de Cogolludo en el que permaneció hasta que, a mediados del XIX, consiguió la independencia como municipio.
¿Cómo es Monasterio?
Está situado en el Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara, al pie del pico del Alto Rey. Pero estos son datos geográficos, el pueblo es mucho más que eso: está en un precioso enclave colgado sobre una pequeña loma, pero como es muy coqueto, no se deja ver de golpe, sino que se va mostrando poco a poco entre los chopos que lo rodean, a medida que se desciende por la carretera de curvas hasta llegar al puente sobre el río Aliendre.
Es un pueblo de casitas de adobe y piedra, en el que nos encontramos una plaza donde está el ayuntamiento, la pequeña iglesia románica de San Pedro, del siglo XIII, con una bonita espadaña con doble vano para las campanas, una fuente de tres caños, un lavadero con su correspondiente abrevadero y mucha tranquilidad.
Habitantes, muy pocos, unos 15 según el último censo de 2024, sin embargo, sí tiene muchos habitantes de varias especies animales en sus alrededores que animan los paseos con sus sonidos. Uno de sus importantes paseos es la Ruta Cañada Real de la Puerta del Sol hasta el vecino pueblo de Arbancón.
Nueve casitas románticas
En este maravilloso enclave fuimos rehabilitando poco a poco varias casas y pajares para convertirlas en las encantadoras casitas románticas: Amapola, Lavanda, El Romero, Arce, Roble, Majuelo, El Álamo, La Jara y Nogal. Nueve casas individuales con el encanto típico rural y equipadas con todos los servicios y las comodidades necesarias para una estancia inolvidable.
Te invitamos a conocer este bonito pueblo con tu pareja y a descubrir la magia que te envuelve desde el momento que bajas del coche.
Elige una de nuestras casitas románticas y haz tu reserva para vivir tu historia particular de amor en “El Rincón de Monasterio”.